lunes, 15 de diciembre de 2014

Un viajecito hacia el interior…

Hace varios años inicie un viaje; un viaje hacia mi interior. Despertó en mí una profunda necesidad de entender que monos pintaba yo en esta vida; no me cuadraba eso de que nacemos, vivimos, morimos, nos vamos al cielo si nos portamos bien o al infierno si nos portamos mal, y ya está. No me hacía ningún sentido…Así que empecé con una intensa búsqueda, de forma un poco inconsciente al principio, más bien instintiva, guiada por el sabio Universo. Se me fueron presentando las personas, los libros, las situaciones y experiencias que me permitieron ir conociéndome y armando mi visión personal de lo que significa mi paso por esta vida, de la cual, como bien dice la Ji, somos pasajeros.

Creo que la visión que tengo de la vida es lo que me tiene hoy feliz y tranquila. Entiendo la enfermedad que estoy transitando (cáncer de mama) como una estación más en la ruta de mi vida; una en la que si me detengo y me comprometo a explorar a fondo, me permitirá conocer mucho más quien soy y a que vengo. Por eso, aunque para muchos suene extraño, agradezco esta enfermedad, y hasta me atrevería a decir que la bendigo, porque a pesar de todo lo mal que lo he pasado, lo que he aprendido de mi misma, y lo que he crecido, para mí vale la pena.

Y esto no se termina aquí, no señores! Como todo en la vida, a mi parecer, esto va en espiral. Vamos subiendo y evolucionando, pero a la vez vamos pasando una y otra vez por los mismos puntos; los mismos temas se nos repiten una y otra vez, y es porque en cada pasada tenemos algo nuevo que aprender, algún aprendizaje que profundizar, y así vamos avanzando en este lindo espiral. Pero siempre solemos pensar que hemos aprendido la lección y que estamos listos y resueltos con el temita X que tanto ruido nos causó (por lo menos eso es lo que me pasa a mí), pero nooo, la simpática vida se encarga de sacarnos una carcajada y mostrarnos que na que ver poh, que no estábamos na tan resueltos como creíamos, sino que por el contrario, todavía tenemos tremendo rollo! Jejejejeje. Pero esa es la gracia de esta vida en espiral, y por eso dije que era lindo, porque en cada pasada vamos avanzando a capas más profundas de nuestro ser y eso nos va haciendo crecer como personas ¿Qué lindo no? Bueno, esa por lo menos es mi visión de la vida…

Y como la vida es un continuo aprender, y se nos repiten las mismas cosas, me sentía muy feliz y resuelta con mi cáncer, trabajando aún varias cosas por supuesto, pero tranquila y contenta porque me quedaba sólo la última etapa del tratamiento (la radioterapia), cuando repentinamente mis ojos empezaron a molestarme; los tenía irritados, así como cuando te da conjuntivitis, y como me conozco, sé que cuando eso me pasa hay algo que no quiero ver...Otra vez! Pucha! L Yo creía que ya había aprendido a mirarme (ja!), pero no poh, resulta que mi sabio cuerpecito me estaba diciendo lo contrario; con algo me estaba haciendo la lesa…

Bueno, una vez se me paso la mini pataleta al encontrarme otra vez en la misma, intente ver que era aquello que no estaba mirando, y como no es nada fácil, le pedí ayuda a mi querido Universo. Y funcionó! (gracias querido!). Esta vez se manifestó a través de una personita que me dijo justo lo que necesitaba escuchar para que me sacara el velo de los ojos. Ahora que lo vi, solo me queda trabajarlo. Que fácil suena escrito así…

Me cuesta continuar este post. Me detengo. Hago una pausa de unos días para tomar aire, para ordenar mis ideas, y como siempre el Universo me ayuda. Coincide una junta con la Ale y la Collado en la que les cuento lo que me está pasando y conversamos del tema largo y profundo. Me escuchan, me entienden, me comparten sus experiencias. Y hoy que me sentía con la mente revuelta, y que por lo mismo me desperté muchísimo más temprano de lo habitual, recibo una señal. Sin poder dormir me pongo a navegar en mi celular y me encuentro con una nueva entrada de la Ji; la mujer que literalmente le pone palabras a mi vida…Y leerla hizo que me bajara una necesidad imperiosa por escribir. Y aquí estoy, terminando este post que comencé a escribir hace algunos días…Los sueños, las “coincidencias”, las sincronías de las vida…gracias Universo por los regalitos!!!.

 El título de su nueva entrada dice “Agradecer en fin de año”; el sólo leer esto ya me hizo sentido. Continúo leyendo. La Ji habla de que “algunos insectos alados, como las mariposas, son los grandes representantes de esta nueva era que comenzamos hace unos años; son símbolos, seres de poder en este despertar de consciencia del que somos parte…”Y me cuadro perfecto. No tenía idea de esto, pero de un tiempo a estar parte despertó en mí una fascinación por las mariposas. Siempre las he encontrado hermosas, naturalmente, pero desde hace tiempo siento una conexión distinta con ellas, realmente las siento como seres de poder, y desde hace un rato se han hecho presentes en mi vida de forma distinta, aparecen en momentos muy significativos, de harta conexión, como unas mensajeras…

Continúo leyendo. La Jime comenta que estas semanas nos han traído, además de mucha actividad, una cuota de fragilidad, incertidumbre y vulnerabilidad. – Y pienso, ay siiii!!! Muchas, muchas de todas esas cosas!!! – Comenta también que la segunda mitad de diciembre y hasta marzo-abril, la energía viene muy drástica, muy directa; que nuestros amigos Urano y Plutón se han encargado de “destapar asuntos que teníamos guardados -o queríamos mantenerlos así-, de obligarnos a evidenciar lo frágil y lo poderoso de la condición humana, de mostrarnos cuántas herramientas interiores tenemos frente a las crisis y también que despidamos todo lo viejo: creencias, hábitos, relaciones rancias, apegos. Hemos muerto en 2013 y lentamente renacido desde el segundo semestre de 2014. Estamos en pleno renacimiento, como niños aprendiendo a caminar, sin agarrar del todo el paso firme: todo es nuevo, tenemos que probar, explorar y permitirnos pequeñas caídas, pero ya no retrocesosNos toca caminar con alegría, visión nueva, redescubriendo todo, con mucha flexibilidad… Pero ya no somos niños, lo fuimos. Ahora sabemos, ahora tenemos heridas y experiencias riquísimas en nuestra energía que nos vuelven más sabios…”.

Estas palabras sonaron fuerte en mí. Eso fue lo que me pasó esta última semana. Se destaparon asuntos que tenía guardados, que no quería ver, que me dolían. Esta enfermedad me ha hecho plantearme asuntos que nunca fueron tema en mi vida. Me ha hecho cuestionar mi relación con mi cuerpo. El cáncer provocó cambios en mi cuerpo; cambios que hasta ahora no había querido mirar, porque me cuesta, porque me duele, porque implica un re-conocerme, un re-construir una relación conmigo misma y después con otro, y eso cuesta; es un trabajo muy profundo, muy intenso...Tenemos muy pegados viejos hábitos y creencias que tienen que ver con el valor que damos a lo externo, y el cuerpo forma parte de eso; y no es más que una máscara, un envoltorio. Por supuesto que debemos cuidarlo y quererlo, es lo que nos permite transportarnos en esta vida, es la manifestación tangible y reflejo de quienes somos hoy, nos permite expresarnos, pero ya ésta. Pasamos a otra vida y el cuerpo muere. No hay más. No es lo que nos da valor. Es sólo uno de nuestros 10 cuerpos espirituales, según Yogui Bhajan; la capita exterior. Todo cambia, y lo que vemos hoy será distinto mañana…

Pero esto, como todo, tiene también otra mirada. Porque junto con mostrarme lo frágil que soy también me ha mostrado lo poderoso de la condición humana. Esa fuerza que hay dentro de mí  para re-construirme; las herramientas interiores que tengo para pararme y hacer frente a las crisis, y salir adelante con más herramientas que antes. Como bien dice la Ji, y siento que literalmente este fue mi caso, he muerto el 2013 y lentamente renacido desde el segundo semestre de 2014; y me siento en pleno renacimiento, aprendiendo de nuevo, a conocerme, a mirarme y a mirar el mundo desde mi prisma personal, ese que he ido afinando con cada paso que he ido dando en esta y en mis otras vidas. Y hoy abrazo quien soy y abrazo mi nuevo cuerpo, con lo que está y lo que ya no está (en esto estoy, y sé que me tomará un tiempo este proceso, pero eso estamos trabajando para aquello…); abrazo mis cicatrices que, como bien dijo mi observadora amiga Caro Lina Collado, están justo en mi tercer, cuarto y quinto chakra; y como bien dijo mi asertiva amiga Ale, son muestra de un conocimiento encarnado; y las quiero profundamente porque son reflejo de esas heridas y experiencias riquísimas que están en mi energía y me vuelven más sabia…

Y por esta visión de vida es que hoy me siento feliz y tranquila transitando mi cáncer. Porque (gracias Ji nuevamente por ponerle palabras a lo que pienso) tengo la convicción de que venimos a esta vida a experimentar muchas cosas, y a veces nos corresponde vivir ciertos dolores para que nuestra alma aprenda ciertas lecciones, y que a través de esas heridas, evolucione. Pero para muchos el dolor es algo mal entendido. Es visto como algo indeseable, casi como un castigo; yo siento que no es así. Hay muchos regalos también en aquello que es incómodo, que duele, porque nos permite crecer, y a medida que vamos creciendo vamos encontrando paz interior y nuestra alma se va engrandeciendo; sólo tenemos que abrir los ojos del corazón para verlo. El problema es que no se nos ha enseñado a mirar con estos ojos, sólo se valora lo que es evidente y en base a esto se catalogan las experiencias en buenas y malas, y eso es lo causa dolor…

Un abrazo con los ojos bien abiertos,

Paulina




2 comentarios:

  1. Sí bella, comparto profundamente tu mirada, sobre todo en estos días...creo que es de vital importancia relacionarse con el dolor o lo que nos causa molestia con una mirada más amigable, ver en ello crecimiento, aprendizaje y nuevas oportunidades de vida. Personalmente le agradezco profundamente al Universo, todos los mensajes, señales y personas que me ha enviado y me continua regalando, para seguir cultivando adentro de mi nuevas experiencias, muuuchas veces a partir de dolores, desapegos o situaciones "no ricas"; lo agradezco profundamente porque al transitar en ello abriendo mi corazón, siempre termino viendo ventanas y nuevos renaceres <3 Gracias Universo! gracias madre Tierra! gracias personas bellas! gracias Polita! gracias almitas!

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    1. Si amiga bella. Tengo la fortuna de compartir la vida contigo y he visto los caminos que has transitado, y soy testigo de que siempre que se te ha cerrado una puerta el Universo te ha abierto una tremenda ventana que ilumina aun mas tu camino. Te quiero mucho mi bella amiga y a seguir abrazando lo que nos quiera regalar la vida!

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