Llevo una semana de
radioterapia (última etapa de mi tratamiento), lo cual significa, entre otras
cosas, que estoy próxima a volver “a la realidad”. Esto me provoca un montón de
sentimientos encontrados. Por un lado estoy mega feliz y ansiosa por recuperar
mi independencia, volver a mi mundo y a una ciudad que con el tiempo se ganó mi
cariño. Me entusiasma la idea de reintegrarme a mis actividades, rearmar mi
vida y volver a conectar con todas las cosas buenas que esto implica. Pero hay
un aspecto que me genera cierta angustia, y es retomar la vida laboral…pienso
en esto y se me revuelve la guatita y se me aprieta el pecho; mi cuerpo se
manifiesta, lo rechaza. Y me da pena y me siento culpable por sentir así, pero
es real, y no puedo hacerme la lesa. Ya no…
Durante mucho tiempo me
puse el traje de doncella, un traje que ya no me queda. Jugué el papel de niña
buena, una que siempre hacía lo que los demás esperaban que hiciera, una que no
causaba problemas y siempre estaba atenta y dispuesta a las necesidades de los
demás, postergando incluso mi propia felicidad. Pero ese traje está viejo y
gastado y ya no me queda. Hace rato que se viene cayendo a pedazos, dejando
aflorar mi verdadera piel, una que por cierto puede parecer más oscura, pero es
real. Hoy tengo la madurez y la fuerza necesarias para estrenar mi nuevo traje,
uno que me calza perfecto, como hecho a la medida, porque es MI VERDADERA PIEL. Siento que esta
enfermedad era la última sacudida que necesitaba para terminar de romper el
viejo traje de doncella y sacar a la Lilith
que llevó dentro, que hace rato venía pujando por salir.
Este año me ha enseñado
la FLEXIBILIDAD. La vida se ha
encargado de mostrarme que las cosas no siempre tienen que hacerse a mi modo, y
que lo que yo pienso/quiero no es la única ni la mejor forma de hacerlas, sino
que es sólo una más. Mi enfermedad me ha obligado a cultivar la paciencia, a
saber esperar, a entender que las cosas no suceden cuando yo quiero, sino que
simplemente pasan cuando tienen que suceder, y que no puedo hacer nada al
respecto…Me ha obligado también a adaptarme a los cambios que se han producido en
mi cuerpo; a aprender a mirarme, a reconocerme, a reconstruirme, a revalorarme…Me
enseñó también a pedir ayuda, cosa que no sabía hacer, y que seguramente deberé
continuar aprendiendo; a soltar apegos, fijaciones, a quitarme pesos…Este ciclo
también me regaló la CREATIVIDAD. Me
permitió conectar con el disfrute de la vida, me enseñó a valorar el goce, a
redescubrir mis talentos, a redescubrir quien soy y que es lo que me gusta. Y
el cáncer definitivamente vino a intensificar este despertar.
El cáncer me ha hecho
replantearme la vida, naturalmente, y si bien siento que iba por el camino
correcto, creo que uno de los mensajes que me quiere entregar el Universo a
través de esta enfermedad es que debo
conectar más con el corazón y menos con la cabeza. Una de las áreas en que
más me hace ruido este mensaje es en lo laboral. Siempre he sentido que hay
algo de mí que no encaja en la profesión que escogí (Ingeniería Civil
Industrial). Si bien hay muchas cosas en las que me reconozco como ingeniera,
siempre he tenido la sensación de que no calzo en el mundo de la ingeniería, siempre
he sentido que soy una ingeniera atípica, ya que no tengo los mismos intereses
ni ambiciones que el común de mis colegas…Nunca me ha interesado el
reconocimiento, ni los cargos, las jefaturas, las gerencias, el estatus o el
poder. Me cargan las luchas de egos y de poder que se generan en las empresas e
instituciones; me empelota la gente irresponsable y poco comprometida; me
entristece ver que hay personas a las que no les importa su pega, que les da lo
mismo si lo que hacen genera un efecto negativo en los demás y que ni siquiera
se dan el tiempo de analizarlo, simplemente velan por sus intereses
personales…por cumplir o por brillar.
Hoy siento que se rompe en mí la creencia en el sistema
que me/nos han enseñado. Desde hace un buen rato la vida ha ido cruzando en
mi camino mujeres valientes que siendo fieles a su ser interior han ido
buscando nuevas formas de vivir, las que a ellas les hacen sentido. Amigas muy
cercanas me han permitido transitar con ellas sus procesos de cambio y de su
nuevo andar, y me hacen sentir profundamente orgullosa de mi género. Estas
mujeres han dado rienda suelta a su creatividad y han ido moldeando su nueva
vida, una diseñada a su medida. Y esto es lo que invade mi cabeza y ocupa mi
alma en estos días. En esto anda volando mi imaginación y se despierta mi
creatividad, en dar forma a la vida que quiero…¿Por qué tengo que luchar contra
mí misma para motivarme por algo que de fondo no me motiva, que no me mueve, que
no me llena el alma??? Ya lo intenté. Me conté hartos cuentos, vi las cosas de
todas las formas que se me ocurrió para encontrar un algo que a mí me hiciera
sentido; y a ratos lo logré, pero aun así no fue sostenible en el tiempo,
siempre lo perdía, porque de fondo no era a lo que vine a esta vida…
Es
tiempo de creer en mi misma. Siento que la verdad se levanta,
estoy expuesta; hay un cambio de valores y prioridades, ya no me interesa
cumplir con lo que los demás esperan de mí, lo importante ahora es cumplir conmigo misma. Y me estoy
escuchando, fuerte y claro, como nunca antes lo hice en mi vida. No quiero
volver a sentarme detrás de un escritorio 8 horas al día; quiero relacionarme
con PERSONAS. No quiero ponerme tacones y vestidos elegantes; quiero andar con
jeans y zapatillas! No quiero lidiar con egos y envidias; quiero estar en un
ambiente de humildad, respeto y colaboración. No quiero un trabajo de
individualismo; quiero voces creando en
comunidad…Calidad de vida!!! Eso es lo que quiero, eso es lo que me
importa; y lo que está bien para mí puede que no lo esté para otro, y no
importa! Todos somos distintos, vinimos a experimentar distintas cosas a esta
vida, y todo está perfecto, sólo que a mí me toca VINCULARME.
Hasta el momento no
tengo un plan de esos que necesitas para sobre-vivir (comer, alimentarte,
vestirte, pagar las cuentas, etc.), pero tengo otro plan que es infinitamente
más importante: SER FIEL A MI MISMA.
El 2015 voy a hacer lo que me gusta, lo que me hace vibrar, lo que me llena el
alma; voy a construir mi propio camino, sé que tengo toda la fuerza y las
herramientas para hacerlo (me lo dijo un sueño). Sé también que no será fácil,
que me sentiré sola contra el mundo (el colectivo social), pero también sé que
encontraré otros como yo en el camino (ya las siento) y que eso me dará fuerzas
para salir adelante. Confío en que el Universo me ayudará a tomar las
decisiones correctas; seré paciente y esperaré hasta saber qué hacer y sentir cuando
sea el momento adecuado…sólo tengo que abrir mis alas para volar…
rEVOLución!!!
Un abrazote con todo el
fuaaaa!
Paulina
PD: Gracias Paula Carolina Susana,
Ale Paz, Caro Lina, Jose Gonzalez y Jeca Pizarro por ser mujeres valientes e
inspiradoras…
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