sábado, 18 de octubre de 2014

La llegada del cáncer

Y contra todos mis pronósticos, el cáncer había llegado a mi vida…


Hace siete meses, en abril de 2014, me diagnosticaron cáncer de mama. Gracias a la generosidad del universo mi cáncer fue detectado a tiempo, y aquí quiero detenerme, porque fue literalmente gracias a la generosidad del universo…

Dos meses antes de saber de mi cáncer (en febrero de este año) me di cuenta que había aparecido un poroto de un tamaño considerable en mi mama izquierda, por lo que consulté un ginecólogo. Éste, luego de realizarme una ecotomografía mamaria, me dijo que lo más probable era que mi tumor fuera benigno, ya que tenía movilidad, y me pidió que me realizara una mamografía para confirmar el diagnóstico. Luego, con el resultado de este último examen, el doctor me confirmo que no tenía nada de qué preocuparme, ya que no se veía nada extraño en el examen (gracias Pilita por acompañarme!). Por ser un tema delicado, y a sugerencia de mis amigas, consulte una segunda opinión. Esta vez fui acompañada de la Marce y con mamografía en mano; y el nuevo doctor, que se limitó a ver el examen sin siquiera examinarme, dio su diagnóstico: un quiste de agua, que por cierto, se disolvería solo. Con dos opiniones “expertas” me sentí tranquila y aliviada.

Primera reflexión: debemos conocer nuestro cuerpo y hacernos cargo de mantenerlo sano, con todo lo que eso implica. No tenía forma de saber que aquel poroto extraño que apareció repentinamente en mi mama era un cáncer, pero si podría haberme involucrado de otra forma en los diagnósticos que me dieron los doctores para explicarlo, y para ser honesta, no lo hice por miedo. Tenía 31 años, me sentía sana, vivía sola, feliz, en un departamento y un barrio que me encantaban, tenía un buen trabajo, estaba descubriendo cosas maravillosas, estaba encantada de la vida!!! Nunca se me pasó por la mente la posibilidad de que un tumor maligno estuviera creciendo dentro de mi cuerpo…he aquí mi primer error. Y no se trata de ser positiva o pesimista, se trata de abrirse a todas las posibilidades para ver, se trata de aceptar, y para una virgo controladora como yo, esta es una tarea algo difícil.

De esta manera, cubriendo mi miedo de positivismo, me predispuse a escuchar lo que yo quería escuchar, y las respuestas que me dieron ambos doctores calzaron perfecto con la historia que me había pintado en mi mente, por lo que cuando los escuche, ni siquiera se me ocurrió preguntarles que antecedentes tenían para descartar un cáncer (ya que esa para mí no era una opción), ni siquiera me cuestioné que no me realizaran una biopsia. A esto me refiero con que debemos hacernos cargo nosotros de mantener sano nuestro cuerpo, no podemos depositar el tesoro de nuestra salud en manos de otros, ni desentendernos de lo que nos dicen respecto a él; debemos hacernos cargo de atenderlo y escucharlo, abriendo los ojos y el corazón aunque nos muestre algo que no queramos ver.

Ay Pily si te hubiera escuchado! Si hubiera consultado esa tercera opinión…Pero bueno, no soy de las que lloran sobre la leche derramada, y soy una convencida que todo pasa por algo, y más que por algo, PARA algo, así que estoy segura que esta historia sucedió tal como tenía que ser, no me cabe duda de eso.

Bueno, como el cuerpo es sabio, el mío comenzó a defenderse del cáncer que estaba creciendo dentro de él y me dio varias señales, que yo, lamentablemente, no quise ni supe ver ni escuchar. Los síntomas duraron dos semanas aproximadamente, pero fueron súper agresivos.

Todo comenzó un día viernes, al salir de la pega, fui a despedirme de la Xime (mi queridísima jefa y amiga), y note que hablaba más lento de lo normal, algo que nunca me había pasado…supuse que era cansancio. Emprendí mi viaje de Santiago a Valparaíso, y cuando llegué a la casa de mis papas me di cuenta que continuaba esta extraña sensación al hablar; se los comenté pero ellos no notaban ningún cambio en mi modo de hablar, así que deje de preocuparme. Al día siguiente me junte con mis amigas a almorzar, y como seguía con esta molesta y extraña sensación de hablar más lento de lo normal, les hice el comentario; ahí me di cuenta que no podía pronunciar la letra R, cosa que también les dije. Entre risas y bromas especulamos varias teorías, pero todas coincidieron en que debía consultar un doctor, incluso la Ale me mando directo a un neurólogo y me hizo saber su preocupación.

Como soy porfiada y pienso que siempre puedo resolverlo todo por mí misma, pensé que esto no era la excepción. Seguí con mi teoría de que lo que me estaba sucediendo era producto del cansancio, y como el ritmo de mis palabras volvió a la normalidad (aunque no así el tema de la R), lo deje en el olvido. Pero mi cuerpo continuó enviando señales, y cada vez me hablaba más fuerte. Así, comenzaron los problemas para dormir y para comer, los mareos y para que decir el cansancio. Al principio me despertaba en mitad de la noche sin razón aparente y me costaba volver a quedarme dormida, pero finalmente me vencía el sueño y volvía a entregarme a los brazos de Morfeo. También empezaron los problemas para tragar; no podía comer cosas muy ásperas o duras, se me atoraban en la garganta, así que opte por evitarlas (asunto “arreglado”!). Pero con el tiempo (en la segunda semana), los síntomas se hicieron más fuertes y estaban afectando mi vida de forma considerable. Dormía dos o tres horas diarias, lo único que podía tragar eran líquidos (sopas, jaleas, yogurth), despertaba súper mareada y me sentía muy débil. Así, como podía, continué con mis actividades, iba a trabajar, me juntaba con mis amigas, iba a yoga (cosa que me daba algo de energía), y a medida que pasaba el día me iba sintiendo mejor.

Llegó el fin de semana, y pensé “esta es la mía”! ahora descanso y recargo pilas, y se irán todas las molestias y volveré a sentirme bien, como antes. Para empezar, el sábado en la mañana fui a darme un masaje (ay como me encantan!), para botar tensiones y hacerme un regaloneo, y luego me fui a almorzar con mi amiga Pily. Comí lo que pude (ya no podía tragar casi nada sin ahogarme), conversamos, nos reímos, vimos fotos e hicimos recuerdos de nuestros viajes y luego, cuando el cansancio me venció, me fui a casa para seguir con mi ritual de auto-sanación; esta vez me tocaba darme un baño de tina con sales y vinagre, para sacar todas las vibras ajenas que pudieran estar afectándome. Así lo hice, prendí velas, puse una música agradable, y luego me fui a dormir. Esa noche fue del terrorrrrr!!!  No pude pegar un ojo, me la pase en el baño intentando vomitar y rezando para no desmayarme, por primera vez estaba asustada. Espere que se hiciera de día para partir al hospital, esta vez (por fin!) había entendido que necesitaba ver un doctor, y justo cuando estaba animándome a levantarme, mi buena amiga Dani me mando un WhatsApp, así que le conté en lo que estaba. Creo que no pasaron ni 10 minutos cuando ya estaba en mi casa con Marcos como ambulancia, listos para llevarme al hospital (gracias amigos, fueron unos ángeles!!!).

Como les comentaba, descubrí mi cáncer gracias a la generosidad del universo, ya que si mi cuerpo no hubiera manifestado con fuerza estos molestos y agresivos síntomas, nunca habría visto un doctor. La historia de cómo llegaron al diagnóstico de cáncer de mama la dejo para otro post.

Segunda reflexión: escucha tu cuerpo!!! Tu cuerpo te habla, y si no lo escuchas te habla más fuerte. No esperes que llegue a gritarte para escucharlo, ¿por qué no hacerlo antes? Creo que con mi historia quedó más que claro no?

Para terminar, me gustaría comentarles que, por lo que he visto y por mi propia experiencia, creo que como mujeres (jóvenes principalmente) estamos muy desprovistas de información. Ginecólogos, medios de comunicación, incluso instituciones dedicadas a apoyar a mujeres con cáncer de mama, llaman a las mujeres mayores de 40 a realizarse la mamografía, con lo cual desinforman a quienes tenemos menos de esa edad. ¿Acaso una mujer menor de 40 años no puede desarrollar un cáncer de mama? Ciertamente esto no es así; yo tenía 31 años cuando me lo detectaron, y así como yo hay muchos otros casos, de mujeres incluso menores de 30! Se de casos en que ginecólogos incluso se han negado a realizar mamografías a mujeres menores de 40 por que según ellos la exposición de la radiación a ésta, antes de los 40, es en sí misma un factor de riesgo de futuro cáncer; y muchos otros en que simplemente se limitan a decir “antes de los 40, no tienes de que preocuparte”. Qué es esoooo!!! Qué derecho tiene otro a decidir sobre nuestro cuerpo, sobre nuestra vida!!! Como dijo mi amiguita del alma Alejandra: nunca creamos que un médico sabe más de nuestro propio cuerpo, que nosotras mismas!

Por eso creo en la importancia de este espacio, por que como mujeres podemos ir ayudándonos, apoyándonos, transmitiendo conocimientos, compartiendo experiencias, empoderándonos de nuestros cuerpos y de nuestras vidas a través del auto-conocimiento…podemos ir haciendo tribu

Un gran abrazo,

Paulina


4 comentarios:

  1. Hola Pauli, no sabes como me hace sentido todo lo que escribiste. Tengo 32 y mi ginecologo siempre me ha dicho lo mismo, teniendo un historial familiar de alto riesgo...... Bueno, te mando mis energías y un abrazo apretado. Te acompañare en este proceso. Aguante, se fuerte y como dices, todo para por y para algo.

    ResponderEliminar
  2. Hola bella! Que bueno que te llegue lo que escribí, y ojala esta información pueda llegar a todas las mujeres para que no depositemos las decisiones sobre nuestro cuerpo en nadie más que en nosotras mismas...Gracias por tu energía y cariño!!! Y siii!!! definitivamente todo es para algo, y algo mejor!

    ResponderEliminar
  3. ufff! había escrito un texto enorme y no sé qué pasó que se borró ... mi memoria no es muy buena .. pero allá voy, nuevamente.

    Paulina Díaz, espero seas la "Pauli" a la que busco, mi intuición me dice que sí ... siempre que veo el mandala que me regalaste el día que te dieron el alta en la UC me acuerdo de tí y nunca - a pesar de mis intentos- pude encontrar a mi paciente favorita! (hasta ahora) .. Después de leer tu blog, me alegra mucho saber cómo estás hoy..llena de energía y vitalidad, llena de luz!

    me gustaría si puedes dejarme un email de contacto, de todas formas te dejo el mío. a_pavez@ug.uchile.cl

    Un abrazo lleno de energía ..!

    Axel.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Que alegría más grande saber de tiiii!!!!! Por supuesto que soy esa Pauli! tu intuición no te falla, nunca falla! Me alegra montones que me hayas encontrado, el universo ayuda, y todo lo que tiene que ser, simplemente se da <3

      Te escribiré. Un abrazo giganteee!!!!

      Eliminar