Hoy es Navidad.
Desperté con un profundo sentimiento de agradecimiento que comenzó a invadir mi
corazón desde la noche buena, mientras cenaba con mi familia. Es fin de año, se
nos va el 2014, año en que el caballo nos pateó fuerte a varios, pero que yo, de
forma personal, agradezco enormemente. Este caballito de madera despertó en mí
un gran deseo de libertad. Me hizo conectar fuerte con la fuerza, la pasión y
la belleza; emociones que quiero sigan presentes durante mi 2015…
Es tiempo de recuentos,
de introspección, de mirar hacia atrás y evaluar el camino recorrido durante el
año, de preguntarnos qué hicimos bien y qué hicimos mal, para acuñar los
aprendizajes y las herramientas que hemos ido recogiendo en el camino. Hoy
conecto con este tiempo desde el agradecimiento. Agradezco desde lo más simple
que me dado la vida hasta lo más misterioso y complejo. Agradezco poder ver con
claridad (literal y metafóricamente), tener energía para levantarme de mi cama
y poder caminar; agradezco poder ver la luz del día, sentir el calor del sol
sobre mi piel, sentir como la brisa del viento acaricia mi cara. Doi gracias a
dios por poder hablar, comer, respirar…sentir los olores y los sabores de los
alimentos, de la vida…cosas que cuando estamos sanos nos parecen tan obvias,
que hacemos de forma tan automática, pero cuando nos enfermamos y nos vemos
imposibilitados de hacerlas tomamos conciencia del gran regalo que son.
Agradezco infinitamente
a la vida la gran red de apoyo con la que cuento, de cariño y amor infinito; de
amigos reales, leales, con los que puedo contar en las buenas y, sobre todo, en
las malas. Gente sincera, generosa, bondadosa, que me entrega su apoyo y amor
incondicional, que me llenaron de fuerza y energía día tras día durante mi
larga estadía en el hospital. Agradezco enormemente al Universo el regalo que
le dio a mi alma al haberle permitido llegar a la hermosa familia que eligió,
con unos padres y una hermana que han sido tremendos maestros de vida; seres de
inmensa bondad, sencillez y sabiduría, que me han enseñado lo más bello de la
vida, que me han enseñado a ser simple, real, y por sobre todo, a amar.
Me siento tremendamente
privilegiada por contar con un grupo de amigas que mantengo desde la época del
colegio; mujeres de gran valor que me acompañan en cada uno de los pasos que
doi, y que me permiten acompañarlas en los que ellas también dan. Juntas hemos
ido cultivando y construyendo una relación de amistad que ha traspasado los
años, las distancias físicas y las distintas circunstancias de vida que
aparentemente pudieran haber generado diferencias, pero no, nuestros caminos
siguen más unidos que nunca…es una suerte y una bendición contar con ellas…La
Carito reflejó perfecto mi sensación en sus palabras de saludo/agradecimiento
navideño: “esta Navidad ha sido
particularmente especial…hay harto que agradecer, pero hay harto que aprender
también, harto que sentir de maneras diferentes…pero es rico saber que una puede
hacer eso con la certeza que no está sola…que tiene grandes amigas que la
acompañan…que se puede dar el espacio de vivir intensamente, de aprender
intensamente, de dejarse caer!…de parase y abrir los brazos y caer, teniendo la
certeza de que existe una malla protectora, una cama elástica abajo sostenida
por ustedes...” Creo que la dimensión del vínculo de nuestra amistad queda
de manifiesto en Conexión del corazón.
Hoy entiendo a mi
querida Damaris cuando me decía, constantemente, que era muy amada. No puede
ser de otra manera; hoy recuerdo a todas las personas maravillosas que se han
cruzado en mi camino, y en especial a quienes fueron apareciendo durante mi
enfermedad, y veo que son verdaderos ángeles, partiendo por ella...Gente que me
llenó de amor y que me entregó mensajes de vida muy lindos a través de su
ejemplo, de su forma de actuar, de sus actos. Cuento algunos de estos en Energía femenina. Agradezco al Universo por cada uno de estos regalos.
Agradezco desde lo más
profundo de mi alma a todos los ángeles, arcángeles, guías, maestros y seres de
luz que han intervenido en mi recuperación, que sé han obrado milagros. Gracias
por su intervención divina, por su energía, amor y dedicación. Agradezco a mis
ángeles y maestros por su eterno amor y protección, por ser guía y manifestarse
constantemente en mi vida, por entregarme un mensaje que me da claridad cada
vez que lo he necesitado, especialmente a Halorim,
mi maestro protector…En Ángeles, arcángeles, guías, maestros y seres de luz escribo sobre uno de los episodios en que ellos se han
manifestado en mi vida.
Estoy tremendamente
agradecida de los regalos que me ha enviado el Universo, incluido mi cáncer, mi
maestro. Hoy me encuentro en un estado de paz interior, armonía y conexión que
nunca había sentido. Tengo claridad absoluta de quien soy y que quiero para mi
vida; soy capaz de distinguir con claridad qué es mío y qué es de los demás;
soy capaz de ver qué me une y qué me separa de cada persona, y lo acepto con
amor. Ya no me juzgo, ya no intento encajar ni responder a lo que se espera que
sea o haga, simplemente dejo fluir a mi ser interior, lo dejo ser libre…Y con
gran sorpresa, como me hizo ver mi queridísima amiga Paula, estoy volviendo al
origen, a lo que siempre fui, a lo que siempre quise…las respuestas siempre estuvieron dentro de mí. Y cuando hay amor
todo fluye; así se han ido presentando las personas, las oportunidades y las
situaciones que me llevan a los caminos que quiero transitar, y estas son
señales de la vida que me van mostrando hacia donde debo dirigir mis pasos. Hoy mi corazón es el que me guía, y él
nunca se equivoca…
Cito nuevamente a mi
inspirada amiga Carolina…
“La vida puede fluir de maneras diferentes
a las que uno espera pero que eso no significa que no sea lindo, que no se
pueda disfrutar y que no haya amor y cariño…lo único que importa es el amor…”
Como regalito navideño
les comparto una de las canciones más hermosas de la gran cantautora nacional Violeta
Parra, “Gracias a la vida”…
Infinitamente agradecida de la vida, Paulina